Diego Valadés ha escrito que por “sistema” político
puede entenderse una forma de organización del conjunto de instituciones
vinculadas con el ejercicio del poder; por tanto, al hablar de sistema
presidencial o parlamentario se haría alusión a dos formas generales de
organización del poder, aunque cada una con variedades específicas que pueden
comprobarse en las adaptaciones existentes en cada país. Por ejemplo, en los
196 países existentes en 2010, podemos encontrar la existencia de monarcas,
presidentes y primeros ministros, en los que: (a) la jefatura de estado y (b)
la jefatura de gobierno, se depositan en sujetos diferentes, y que son formas
características de los sistemas parlamentarios; o, (c) ambas jefaturas se
conjuntan en una sola persona, que corresponde al sistema presidencialistas o
de ejecutivo fuerte; y que en ambos sistemas políticos se tienen poderes
legislativos integrados por una sola cámara de representantes populares
(unicameralismo) o por dos cámaras (bicameralismo), como en el caso de los
diputados y senadores de nuestro país.
Las cifras nos dicen que del
total antes mencionado, en 193 países existen 153 presidentes y 40 reyes;
además, que, de éstos, en 106 se cuenta con un primer ministro; y que en 190 se
tiene una cámara baja (diputados, representantes o comunes), y sólo en 48
existe una cámara alta (senadores). Sólo en dos naciones del orbe, que no
tienen constituciones, encontramos lo siguiente: en el Sultanato de Omán existe
un Parlamento de dos cámaras, el Majlis as-Shu-ra (83
miembros) y el Majlis al-Dawlah (41 miembros); y, en el Estado Islámico de
Afganistán, se tiene una Asamblea
Nacional compuesta por dos cámaras, la Wolesi Jirga (Casa del Pueblo) y la
Meshrano Jirga (Casa de los Ancianos).
Como puede apreciarse, no hay una división exacta;
por el contrario, lo que tenemos es una combinación de características de un
sistema y otro, que se influyen mutuamente, aunque no tanto como para no poder
efectuar una caracterización general que nos oriente. Así, en el sistema presidencial: el gobierno (el presidente)
surge de una elección propia, que puede coincidir o no con la elección del congreso;
el presidente es, a la vez, jefe de estado (la representación exterior ante los
demás países del mundo) y jefe de gobierno (la mayor jerarquía de autoridad al
interior del país); el presidente nombra y
remueve libremente a los secretarios de su gabinete; y la permanencia o
preponderancia del gobierno (presidente y secretarios) no depende de ninguna
decisión congresional. Por su parte, en el sistema parlamentario encontramos
que: el gobierno (primer ministro
y gabinete) surge del parlamento, a partir de la misma elección; el jefe de estado
(rey o presidente) es distinto del jefe de gobierno (primer ministro); hay
identidad personal entre los miembros del parlamento y los del gabinete; el
primer ministro preside el gabinete y, a la vez, es miembro del parlamento y líder
del partido dominante o mayoritario; y, a pesar de que se da un control
recíproco entre el gabinete y el parlamento (mediante el “voto de confianza” y
el “voto de censura”, que dan lugar a la dimisión del gobierno o a la
disolución del parlamento) siempre existe preponderancia del parlamento como
órgano político… Servido amigo.
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