martes, 23 de octubre de 2012

La reforma laboral: Comisiones Legislativas y Pleno


La reforma laboral vivió este lunes la aprobación en comisiones del dictamen relativo y hoy martes (ayer) su discusión plenaria por los Senadores. Los Diputados aprobaron la reforma con el voto de PRI y PAN, sobre todo; pero éste último, en la Cámara de Senadores, varió su criterio y se unió al PRD para proponer modificaciones al dictamen, que no prosperaron en las comisiones legislativas senatoriales, las cuales respetaron la minuta enviada por los Diputados. Así pasó el dictamen al Pleno. Del total de los 128 Senadores, el PRI tiene 54, el PVEM 7 y Nueva Alianza 1, que iban en favor del dictamen aprobado en Comisiones; mientras que el PAN con 38, PRD 22, PT 5 y Movimiento Ciudadano 1, tenían una mayoría de 66 votos en contra. El debate se centró en las disposiciones relativas a transparencia y democracia sindical que antes comentamos, en nuestra colaboración del 19 de octubre pasado. Si al momento de publicarse este artículo, ya se conocen los resultados de la votación (aprobando el dictamen en sus términos, o devolviéndolo con cambios a la Cámara de Diputados), no resulta ociosa la valoración del trasfondo del dictamen legislativo, más allá de las normas legales y reglamentarias que rigen el debate, la votación y la aprobación de decretos que modifican ordenamientos legales.
Así que por cuanto a régimen, reglamentos y prácticas parlamentarias, no habría nada de fondo que discutir. En cambio, el sentido del debate radica en la iniciativa de origen enviada por el Presidente, anunciada sagazmente como novedosa y democrática para el ámbito sindical. Sin entrar aún en valoraciones éticas, habría que señalar al menos un gazapo, como prueba de que nunca existen normas ideológicamente neutras, sino propuestas cargadas de la intención política de quien las presenta. A los sindicatos afines al PRI o al PRD se les puede acusar exactamente de los mismos vicios o aciertos, en esto no hay diferencia, sino distinta cobertura numérica de agremiados; mientras que el PAN no tiene un solo sindicato en su favor, por su acentuada postura pro empresarial a ultranza. En tanto que en el PRI y el PRD, los sindicatos constituyen factores reales de poder de peso indiscutible, en el PAN no tienen representación ni funcionalidad y se podría decir que ni sentido.
La iniciativa tiende, entonces, a “golpear” o “calentar”, como se dice en el argot político, uno de los sectores reales de fuerza de estos partidos. Los trabajadores son un tema que no interesa al PAN, las cifras sobre la caída real y constante del salario de estos últimos doce años lo demuestran. La iniciativa presentada al final de las administraciones panistas lo evidencia: ¿por qué hasta ahora? porque de lo que se trata es de ganar en la ley lo que no se pudo obtener en la acción política o proselitista, es decir, votos, socavando las bases políticas de sus dos contrarios que los enviaron al tercer lugar de la votación nacional. El verdadero análisis estaría en saber cuál es el cálculo político del PRD para “cachar” una desbandada de agremiados de otros sindicatos en favor de los “suyos”…a partir de una iniciativa panista!... Ahora bien, si se trata de discutir en verdad sobre democracia sindical, no sirve una iniciativa cargada de los mismos defectos acomodaticios que dice combatir. ¿o no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario